BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

 

MÉXICO EN LA ALDEA GLOBAL

Coordinador: Alfredo Rojas Díaz Durán

 

 

Esta página muestra parte del texto pero sin formato.

Puede bajarse la tesis completa en PDF comprimido ZIP (155 páginas, 733 kb) pulsando aquí

 

 

 

¿QUÉ SENTIDO TIENE LA LIBERACIÓN NACIONAL?

Felipe López

Agradezco que se me haya concedido este breve espacio para telegrafiar las letras que siguen.

El grupo de intelectuales y escritores independientes que forman parte de este esfuerzo literario, algunos de ellos simpatizantes zapatistas, otros solidarios con las causas indígenas, otros más identificados con la lucha ideológica por la liberación nacional, expresamos que el 1 de enero de 1994 se cimbró la conciencia nacional y se puso en la discusión nacional el reconocimiento de la existencia viva de las culturas indias, que nos han dado un ejemplo de lucha y de resistencia a un sistema de dominación con una nueva forma de luchar.

La premisa fundamental del zapatismo parte de la liberación nacional. Es decir, su ideario político e ideológico parte de la Independencia Nacional, pasando por la Reforma. Luchas vitales en el corazón del pueblo mexicano, que al día de hoy son vigentes por el resultado de las políticas económicas que responden a un centro neoimperial, gracias a una burguesía local que subordina la actividad del país a sus intereses mezquinos. Un nutrido sector del pueblo, tomó las armas y luchó por la independencia económica y política de México, logrando plasmar sus anhelos en la Constitución de 1824, que a la letra dice: “La nación mexicana es para siempre libre e independiente del gobierno español y de cualquier otra potencia.” Este legado político, que enriquece el pensamiento de los hombres libres, es heredado en la Carta Magna de 1857 y se retoma en la de 1917.

Nosotros, los mexicanos zapatistas, luchamos porque el espíritu y la letra se cumplan, porque vemos con tristeza cómo un puñado de políticos y empresarios entregan y saquean los recursos de la nación propiedad de nosotros los mexicanos. El gobierno actual y los anteriores han violado impunemente nuestros principios y valores sin que autoridad alguna les diga algo o les reclame su proceder. Por eso es que nosotros estamos aquí, para decir: ¡Ya basta! Las políticas económicas neoliberales aplicadas en los últimos veinte años reflejan en cualquier análisis macroeconómico que el nivel de explotación nacional se ha incrementado, así como se ha perdido en las últimas cuatro décadas el poder adquisitivo de la población y se ha elevado exponencialmente el número de personas que viven en extrema pobreza, incrementándose con ello la desnutrición y la condena a no poder tener acceso a cualquier servicio de educación y de salud. Los gobernantes de nuestro país, en complicidad con los organismos financieros internacionales, han impuesto y preparan todo para la más feroz de la batallas, la implementación total del Tratado de Libre Comercio, merced al cual los hombres y mujeres del campo mexicano verán sucumbir sus esfuerzos ante las corporaciones multinacionales que, ya sin ninguna barrera comercial incrementarán el estado de indefensión que aquéllos padecen.

En los últimos años, la sociedad civil está más distanciada del gobierno y de los aparatos del Estado, a pesar de los procesos electorales amañados y plagados de corrupción, que se han expresado en incredulidad en las elecciones. El abstencionismo ha sido el triunfador con porcentajes que doblan a cualquier candidato presidencial y, no se diga, si hablamos de los candidatos a diputados locales: personajes desconocidos de nuestro pueblo pero que gozan del favor de los partidos.

Tales procesos no garantizan en el Plan Nacional de Desarrollo, ningún desarrollo nacional.

Es, entonces, propósito de la liberación nacional recuperar para los mexicanos el proyecto de nación que se sustenta en la Carta Magna, los anhelos de una sociedad más justa, democrática y libre, sustentada en una justa distribución de la riqueza.

Esto es lo que el EZLN defiende con las armas en la mano y con una eficaz lucha ideológica, reconocida hasta por sus enemigos. (No olvidemos cómo, aludiendo al levantamiento indígena zapatista, se le ninguneaba diciendo que era una guerra de papel e Internet.) Nosotros los zapatistas, vemos en el ideario político de nuestra Constitución, un motivo para luchar y porque se nos escuche en todos los espacios libres de mordaza. Pensamos que, es necesario formar ejércitos de intelectuales conscientes del papel que estamos jugando en contra de la arremetida globalizante, que socava nuestros más fundamentales derechos. Y, ahora con mayor necesidad, en esta guerra declarada contra las culturas, que no se sienten representadas e identificadas con el patrón mundial de acumulación monopolista y excluyente.

El 1 de enero de 1994, fue para todos un sacudimiento de la conciencia colectiva, de una sociedad adormecida por la propaganda y los discursos oficiales. Hoy, reivindicamos el derecho de nuestros pueblos indios, negros, mestizos a formar una sociedad pluricultural.

¡Vivir por la patria o morir por la libertad!


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Biblioteca Virtual
Servicios